Hielo en el Báltico

En el siglo XVII el Reino de Suecia, a la par que se consolidaba como un estado moderno, protagonizó una expansión territorial que llegó a convertir el mar Báltico casi en un lago sueco.
Entre los conflictos armados a través de los que lograron esa expansión, se encuentra el enfrentamiento con Dinamarca en 1657-1658.
El desarrollo bélico de aquel conflicto vino marcado por la maniobra iniciada el 30 de enero de 1658 por las tropas suecas, que fueron cruzando varios estrechos entre las distintas islas danesas hasta que en la noche del 5 de febrero de 1658 franquearon el estrecho Storebaelt, entre las dos principales islas danesas (la de Odense y la de Copenhague) llegando el 15 de febrero a las afueras de la capital de Dinamarca. Así las cosas, el 26 de febrero de 1658 se firmó el Tratado de Roskilde, por el cual Dinamarca perdió definitivamente sus últimas posesiones en la península escandinava.
Las aguas de los estrechos se encontraban congeladas por el duro invierno de aquel año, lo que permitió a las tropas suecas realizar todos estos movimientos sobre el sólido hielo que unía las distintas islas del archipiélago danés.

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El siglo XVII se engloba en lo que se conoce como Pequeña Edad del Hielo, un período frío relacionado con una menor actividad solar y una mayor actividad volcánica, que alcanza su máxima expresión entre mediados del siglo XVII, cuando se produce este episodio bélico que acabamos de describir, y mediados del siglo XIX, comenzando a partir de entonces un calentamiento que, con altibajos, llega hasta el presente.

Volviendo al Báltico: ¿son excepcionales las condiciones que permitieron la maniobra de las tropas suecas en 1658? ¿Eran comunes entonces? ¿Sería posible algo similar hoy en día? ¿Cuánto hielo suele haber en el mar Báltico?

Daremos algunos datos sobre estas cuestiones:
Para situarnos, el mar Báltico se sitúa entre la península de Escandinavia y las costas de Dinamarca, Polonia, Alemania, los Estados Bálticos y Rusia, comunicando de forma angosta con el mar del Norte y el océano Atlántico por los estrechos de Kattegat y Skagerrak.
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Se trata de un mar poco profundo, apenas unas decenas de metros de media, y su salinidad es muy baja, lo que facilita su congelación.

Según un artículo de Daniel Hansson y Anders Omstedt, esta gráfica mostraría la extensión máxima invernal del hielo en el mar Báltico entre los años 1500 y 2001 (arriba), así como las temperaturas invernales (abajo):
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Fijándonos en la época del Tratado de Roskilde, se puede observar que la década de 1650 habría comenzado con inviernos templados y poco hielo en el mar Báltico. Sin embargo, al final del decenio la extensión del hielo se dispara, con 1658 como año de mayor presencia de hielo. Aprovechando la oportunidad que el gélido invierno y el hielo les ofrecían, las tropas suecas pudieron plantarse rápidamente a las puertas de Copenhague sorprendiendo a los daneses, en una maniobra que la escasez de hielo habría hecho imposible al menos durante toda la década anterior.
Los períodos más fríos y con mayor presencia de hielo en el Báltico serían a principios del siglo XVI, principios y finales del XVII, y finales del XVIII/principios del XIX. Los períodos con menos hielo, a mediados de los siglos XVI y XVIII, con valores comparables a los de los últimos mínimos, observados a principios y finales del siglo XX. Es destacable la gran variabilidad entre años y décadas cercanas.

A más detalle, esta otra gráfica con la extensión máxima invernal del hielo en el Báltico en el período 1720-2008. La escala va desde una presencia de hielo extremadamente suave a extremadamente severa:
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Como equivalencias geográficas de esos niveles de severidad del hielo, podemos usar el siguiente mapa:
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La zona coloreada en rojo, la más septentrional, corresponde al Golfo de Botnia y se congela prácticamente todos los inviernos, incluidos los más suaves. La zona azul, que llega hasta el Golfo de Finlandia (Helsinki, Tallin…) y el de Riga, se congela en los inviernos medios. Por último, las zonas marcadas en amarillo, entre las que se encuentran las islas danesas entre las que cruzaban las tropas suecas sobre el hielo, sólo cuentan con hielo en los inviernos severos o extremadamente severos.

1985 y 1987 fueron los últimos inviernos con una extensión de hielo en el Báltico severa o extremadamente severa. Desde entonces, destaca algún año como 2006, aunque sólo llega a tener una extensión media.

Bueno, y ¿cómo está el hielo en el Báltico ahora mismo, en este invierno 2009/2010? Pues está siendo un buen año, la extensión está al menos en la media y no andará muy lejos del límite para ser «severo».Este invierno no habría sido posible mover un ejército entre las islas, pero sí que ha aparecido hielo en la zona severa. Este fragmento de mapa de mediados de febrero muestra la presencia de hielo entre las islas de Dinamarca:

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Por último, en este mapa del servicio finlandés del 1 de marzo de 2010 vemos la situación actual del hielo (coloreado en gris) en el Báltico, con indicación numérica de su espesor en cms.:
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En este otro mapa vemos la extensión media para el día 1 de marzo, observándose que es bastante similar a la actual:
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A partir de estos días el hielo en el Báltico debería ir ya rompiéndose y retrocediendo, aunque hasta finales de mayo sus últimos restos no suelen desaparecer de la zona más septentrional del Golfo de Botnia.

Algunos pronósticos afirman que con la continuación del calentamiento de las últimas décadas la presencia de hielo en el mar Báltico seguirá descendiendo. Iremos viéndolo, aunque no hay que olvidar tampoco la enorme variabilidad natural que ha demostrado la banquisa en el mar Báltico; esta variabilidad natural también tendrá algo que decir en el comportamiento de los próximos años y décadas.

Fuentes:
Wikipedia
Hansson y Omstedt
Baltic Portal finlandés
Servicio sueco

ACTUALIZACIÓN: A todo esto, el hielo del Báltico hace de las suyas:
Unos cincuenta barcos encallan en el Mar Báltico por una helada
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