Volumen de la banquisa ártica en otoño 2013: datos de Cryosat 2

El pasado mes de octubre dedicaba una entrada a la situación del hielo multianual tras el verano de 2013, dando cuenta de su apreciable recuperación tras los valores de record mínimo de los años anteriores.

Como sabemos, el hielo multianual es el de mayor grosor, el que más volumen aporta al total de la banquisa. Por tanto, cabía esperar también una cierta recuperación en el volumen de la banquisa ártica, que en 2011 y 2012 se encontraba en sus valores más bajos desde que hay observaciones.

En diciembre, la ESA presentó las estimaciones de grosor y volumen de la banquisa ártica derivadas de las observaciones del satélite Cryosat 2. Según estas estimaciones, el volumen de la banquisa ártica se habría recuperado un 50% entre octubre de 2012 y octubre de 2013, pasando de 6000 a 9000 km3. Lo podemos observar en esta animación proporcionada por la ESA mostrando el grosor del hielo en los otoños entre 2010 y 2013:

Aquí vemos lo mismo pero comparando los cuatro mapas uno junto a otro (fuente: NSIDC):

En la entrada que dedicaba en septiembre al volumen de la banquisa ártica, mostraba una gráfica que recogía la evolución del volumen de la banquisa ártica en otoño, combinando las observaciones de los satélites Icesat y Cryosat 2 (azul claro y oscuro) y comparándolas con los valores modelizados por PIOMAS (rojo). Tras la actualización de la ESA, así quedaría la gráfica con datos actualizados hasta el otoño de 2013 (añadiendo también, en negro, la extensión de hielo multianual que ha sobrevivido al menos a dos veranos):

(Esta gráfica debe tomarse de manera orientativa, tanto por las propias grandes incertidumbres asociadas a los datos de PIOMAS, Icesat y Cryosat 2, como porque algunos valores son aproximaciones realizadas por mi parte combinando los datos mostrados en la Tabla 1 de Laxon et al. 2013, en la Figura 5 de Kwok et al. 2009 y en la última nota de prensa de la ESA.)

En este momento, tanto la extensión y edad media del hielo multianual, como los datos de Cryosat y PIOMAS, apuntan a un repunte significativo al alza, que pondría al volumen de la banquisa en su mejor situación desde entre 2010 y 2007 según la métrica.

Como apuntaba en octubre en la entrada dedicada al hielo multianual, este repunte en los datos de volumen, grosor y hielo multianual podría suponer una oportunidad de recuperación para la banquisa ártica, siempre y cuando las condiciones meteorológicas y de deriva del hielo sean favorables durante los próximos meses y hasta el fin del verano.

No obstante, no hay que olvidar que el volumen de la banquisa ártica y la extensión y edad media del hielo multianual siguen siendo inferiores a los valores previos a 2007, y están muy lejos de lo que era habitual en las décadas de los 80 y 90. Por ello, si bien mejor que hace un año, la banquisa ártica sigue encontrándose en una situación de vulnerabilidad respecto a las condiciones desfavorables que puedan ocurrir durante los próximos meses. Para que la tendencia al alza continúe, serían necesarias condiciones favorables, igual que ocurrió durante el verano de 2013. De lo contrario, este inicio de recuperación de la banquisa ártica podría verse truncado radicalmente.

Al menos de momento, la expulsión de hielo multianual a través del estrecho de Fram no está resultando muy elevada en los últimos dos meses. Sin embargo, las temperaturas del aire sobre el Océano Ártico están siendo más altas de lo normal, lo que podría estar afectando negativamente al ritmo de incremento del grosor del hielo. Iremos siguiendo estas cuestiones en futuras entradas.